Una historia con final feliz

Ella:
Espontánea, divertida y si, a veces también un poco bruta...
Siempre hemos sido las pequeñas del grupo y, aunque parezca una tontería, en su día nos unió mucho (en aquella época en la que todo lo que decíamos eran estupideces y teníamos que pelear con uñas y dientes para salir un rato)
Recuerdo el tiempo con ella como una evolución constante... Y, el hecho de conocerla desde hace tanto me hace tener recuerdos de todo tipo y color... Encuentros y pérdidas, conversaciones y confesiones y siempre muchas risas...

El:
Al contrario que ella uno de los mayores del grupo y, quizás por mi forma de ser o de pensar con una de las personas que más conexión he tenido durante mucho tiempo... (Aunque hace tiempo que se perdió y poco a poco tratamos de volver a recuperarla).
Recuerdo miles de noches de fiesta, viajes y chapas infinitas cada vez que hacía algo que no le parecía del todo bien (aunque siempre le dio igual, puesto que mi carácter me hacía tropezar una y otra vez sobre la misma piedra). También las tardes al sol y los paseos por el retiro...


Y, al final todo lo vivimos juntos.
Recuerdo también el momento en que confesó que le gustaba... o aquellas noches en las que ella siempre intentaba hablar con él y al final nunca se atrevía...
Las fiestas, las tardes y las noches hablando de todo y de nada, tanto y tanto tiempo juntos...
Recuerdo el día que me dijeron que por fin habían decidido empezar a salir o cuando se fueron a vivir juntos...

Ahora completan su historia dando un paso más...
Un día muy especial que fue bonito compartir con ellos...